Úrsula Camba Ludlow es doctora en historia por el Colegio de México, investigadora independiente y escritora. se ha especializado en asesoría histórica para series de TV y en difusión de la historia en medios digitales y redes sociales
El imperio español fue, sin duda, uno de los más extensos que haya conocido el mundo, con posesiones en todos los continentes conocidos. Como cualquier imperio de los que en el mundo han sido, España basaba su poder en el comercio, pero el centro, el corazón económico de aquella España no era Sevilla, ni mucho menos Madrid. El corazón comercial de aquella España era la actual Ciudad de México, la ciudad en donde convergían las dos mayores rutas comerciales de su tiempo: La Carrera de Indias y el Galeón de Manila.
México era la opulenta capital del reino de la Nueva España, un reino que se extendía desde el sur de Alaska hasta Costa Rica, desde Puerto Rico a Filipinas. El Consulado de México era el organismo que controlaba el comercio interior y exterior de todo el virreinato.
México era la opulenta capital del reino de la Nueva España, un reino que se extendía desde el sur de Alaska hasta Costa Rica, desde Puerto Rico a Filipinas. El Consulado de México era el organismo que controlaba el comercio interior y exterior de todo el virreinato.